Cuando el tiempo escasea, las extensas jornadas laborales pasan la cuenta y la paciencia se pone al límite, muchas veces los castigos, los gritos y las peleas toman más terreno del que querríamos.
Por eso, es bueno que estemos siempre pensando acerca de cómo estamos y tener el cariño y el buen trato como herramientas fundamentales, pues ellas permiten calmar las aguas tormentosas en los momentos difíciles de la crianza, además de permitirnos disfrutar de esta maravillosa e increíble tarea.
Las psicólogas Magdalena Vial y Trinidad Gana, dedicadas a la parentalidad positiva, entregan estos consejos.
1) Si los hijos te quieren mostrar algo, trata de dejar de hacer lo que estás haciendo y préstales atención. Es fundamental invertir pequeñas cantidades de tiempo en hacer cosas que ambos (padres e hijos) disfruten.
2) Habla con tus niños sobre las cosas que a ellos les interesan. Pregúntales por las actividades que hacen durante el día y cuéntales también sobre lo que haces durante tu jornada laboral.
3) A la hora de dar órdenes ten una actitud calmada y segura, aplicando disciplina, pero de manera asertiva.
4) Fomenta un ambiente seguro para evitar llamarles la atención todo el tiempo con frases como: “Cuidado ahí”, “No toques eso”, “Te vas a caer”.
5) Proporciona actividades interesantes para los niños, ya que cuando están aburridos generalmente se portan mal. Fomenta actividades al aire libre, jugar con cajas de cartón o fabricar instrumentos musicales, son algunas buenas ideas.
6) Sé un padre cariñoso y demostrativo. Diles “te quiero” con frecuencia. A los niños les encantan los abrazos, los besos y los “acurrucos”. Los hacen sentirse seguros y queridos.
7) Sé específico en felicitar a tus hijos, en aplaudir sus logros y sus actitudes de ayuda, aunque sean pequeños: “Gracias por ayudarme a poner la mesa”, “Qué bien que hiciste tu tarea cuando te lo pedí”, “Gracias por ayudar a tu hermana”. A todos nos gusta recibir felicitaciones, a los niños les encanta.
8) Para enseñarles nuevas habilidades a tus hijos, es importante el ejemplo. Si quiero inculcarles la lectura, la mejor forma de hacerlo es dedicarle tiempo leyéndoles o promoviendo el gusto por los libros.
9) Ignora problemas de conducta menores. Los niños corren, se ensucian, hablan fuerte, sacan la lengua, hacen ruido y pelean, y a veces es inevitable. No podemos pretender ser padres perfectos y tener hijos perfectos.
10) Cuida tu relación de pareja. Darse el tiempo, aunque sea poco, para hacer cosas juntos sin que los niños distraigan es importante. Puede ser una salida a almorzar, una caminata o una conversación cuando todos duermen.